Ciclos, ciclos... se abren, se cierran, se repiten... en alguno volverás a estar y nos encontraremos.

lunes, 22 de octubre de 2012

Promesa y miedo.

Un beso en la nuca que se deslizó por su cuello hacia su hombro descubierto bastó para que sus manos temblaran algo dudosas, dejando caer suavemente las hojas que revisaba al ritmo de su entrecortada respiración que luchaba por no dejarse desestabilizar. Aquella risa burlona sólo fue un leve empujón más a que su mirada le dirigiera un regaño implícito que se confirmó tras un leve chasqueo de lengua.
- Sabes que no me gusta que hagas eso.
- Te gusta, no me mientas. -Sonrió con leves aires altaneros al observar como el rubor escalaba por sus mejillas entre rabia y vergüenza, mientras depositaba un tazón de chocolate caliente sobre el escritorio.- Te estás exigiendo demasiado, date un respiro.
- Gracias... -Suspiró, acercándose el tazón con las manos escondidas entre las mangas de aquel polerón ajeno.- Necesito terminar esto... es lo último... pero algo me falta, y no sé que es... -Torció la boca en una leve mueca, mientras su mano echaba todo su cabello hacia atrás, sacudiéndolo luego con algo de ansiedad.- Me va a volver loca.
- No necesitas esto para eso... te recuerdo que llevas tiempo loca. -Rió entre dientes, haciendo una señal con su dedo girando junto a su cabeza.- Respira... ¿Te haría demasiado mal si te robo de todos estos papeles durante unos... 20 minutos? -Preguntó con su voz más galante, mientras apegaba su rostro al cuello de ella, casi respirando su aroma a la vez que hablaba, rozándole con la punta de su nariz.- ¿Hmmm?
- Ahh.. -Su voz dudó un par de segundos, apenas dejándola removerse un poco bajo aquel gesto.- Te aprovechas... -Intentó alejar su rostro de su cuello, sin embargo una mano más grande que la propia la hizo desistir al mismo tiempo que un beso cerca de su oído le cortaba la respiración por unos breves instantes.- 15..
- 20 minutos... ni uno más, ni uno menos... -Susurró a su oído.
- Siempre puedo huir cuando falten 5... -Susurró de vuelta, girando su cuerpo en su dirección para rodearle por el cuello con sus brazos, perdiéndose en su mirada, colgándose de ésta, dejando su boca entreabierta, mezclando su aliento con el de él... espacio que él no dudó en aprovechar tomando sus labios completamente satisfecho con haberla echo caer una vez más.
- ...Luego me pedirás 5 más... -Susurró sobre sus labios, sonriendo de lado, en lo que sus brazos encontraban el lugar justo por donde tomarla y alzarla en el aire, sosteniendo sus piernas a cada lado de su cuerpo.
- Uno de estos días nos vamos a caer porque intentas hacer esto... -Murmuró, conteniendo una risa, en lo que una de sus manos se apoyaba en la pared tras de ellos, intentando mantener el equilibrio.
- Pero debes admitir que siquiera hago el intento... eso es romántico, ¿no? -Reclamó infantilmente, mientras la deslizaba con suavidad hacia el suelo, sujetándola por la cintura.
- Quizás... -Se encogió de hombros deshaciéndose del abrazo con una sutil vuelta, para luego dejarse caer sobre la alfombra cubriéndose los ojos.- No quiero nada, nada, nada, nada, nada...
- O-oye... -La siguió a paso lento, dejándose caer a su lado, cruzando las manos tras su cabeza y cerrando los ojos.- ¿Ni a mi? -Discretamente entreabrió un ojo para verla reaccionar.
- ... -Le miró escondida entre sus dedos, para luego bufar y abrazarse a él, usando su pecho como almohada. Siempre en silencio.
- Eso pensaba... -Murmuró más que nada para si mismo, mientras su mano derecha se deslizaba para acariciar el torso de ella con suavidad.
- ¡Piensas! Eso es nuevo... -Saltó levemente, mirándole con una sonrisa divertida en el rostro.
- ¡Oye!, ¡Eso es cruel! -Alegó de vuelta,  enderezándose lentamente para poder sostener el rostro de la chica en su mano izquierda, acariciándole con delicadeza, mirando sus ojos...
- N-no... no lo es... -Dijo cada vez con la voz más suave, sonrojándose por la cercanía.- Damián, yo...
- ¿Por qué no me dejas ser dulce o romántico contigo? ...Me divierten tus bromas, lo sabes... pero rara vez me dejas ir en serio...
- Es que... -Se mordió el labio inferior, y su voz dudó. No podía sostenerle la mirada sin evitar que la sangre se agolpara en sus mejillas y se notase cuán prendida podía quedarse en su mirada.- ...me da miedo que me enamores...
- ¿Eh?
- ...no acostumbro a sentirme tan vulnerable... si dejo que suceda, imagina que luego te vas... no tendría nada de qué sujetarme...
- No te dejaría caer...
- ¿Y si no dependiera de ti?
- El que no quiera dejarte caer tampoco depende de mi... Anto, no elegimos lo que suceda con nuestros sentimientos... simplemente te dejas caer por ellos.
- ¿Y si yo quisiera elegir?
- ¿No te enamorarías de mi?
- ... -Entreabrió sus labios un par de veces, sin embargo ningún sonido salió.- Diablos, no puedo decir que no... -Él simplemente se rió entre dientes, depositando un beso en su frente.- Aún así tengo miedo... eres lo más cercano a algo real que he tenido... algo sincero...
- Lo último que querría sería fallarte... -Susurró aún con sus labios apegados a su frente.
- ¿Está mal que quiera creerte?
- Créeme.
- Bien... -Sonrió algo insegura, alzando el mentón para alcanzar sus labios en un beso sutil, suave, lento, delicado... como queriendo atrapar la promesa entre sus labios, sellándola en una leve mordida.
- Oye... sin morder... -Sonrió cariñosamente.- No quiero molestarte pero... ya pasaron 20 minutos.
- ¿Tan rápido?
- El tiempo vuela estando juntos... -Alzó una ceja, galantemente.
- Eso fue tan cursi... -Ninguno aguantó la risa, acabando en un corto suspiro.- ¿Me das 6 minutos más?
- ¿Por qué 6?
- Porque no quiero darte la razón en pedir 5. -Sonrió, haciéndole caer nuevamente sobre la alfombra, abrazándose a él.
- Estás chiflada.
- Soy una chiflada feliz.

Él simplemente sonrió, volviendo a acariciar el torso de la chica... él también tenía miedo, y sin embargo algo en él no quería que se alejara de ella... de la manera que fuera iba a mantener su promesa.

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