Iba sumergida en mis pensamientos, en lo que me había dicho a profesora, lo que quizás le diría a mi mamá. De un momento a otro me sacaron de los pensamientos; Sussy, una ex compañera de la enseñanza media me miraba frunciendo el ceño por no haberla reconocido.
Tras saludarla seguí mi camino y vi una micro parada, "Las Galaxias"... Seguramente se va a ir ya. Seguí caminando a mi ritmo lento, hasta quedar en frente de la puerta, y el chofer me miraba con cara de... ¿Le sirve este recorrido? Sonreí todo lo que mis pensamientos no me pesaron en el rostro y subí.
Luego de pagarle caminé a tropezones hasta el final de la micro, que por cierto iba vacía, y tomé mi asiento favorito, el último a la derecha... (Si vas por el pasillo aún, es el último a la izquierda, sí, ese pegadito a la puerta). Suspiré y me acomodé un poco el gorro de la parca y tomé mi bolso para buscar en el los audífonos prestadamente robados de la chica que vive conmigo para escuchar el disco 21 de Adele a todo lo que aguantan mis oídos... que básicamente es el volumen máximo de los audífonos/teléfono.
Set fire to the rain, suspiré. Parecía una perfecta coincidencia con el día lluvioso, pues la lluvia caía casi con furia... ¿Por qué lloras, cielo? Hice un leve puchero a la ventana, mientras el vehículo seguía en movimiento.
Hice un estúpido intento de intentar limpiar la ventana con la manga de la chaqueta. Inútil, el tema estaba empapado por el otro lado, y seguía la lluvia torrencial... no se veía nada... Bueno, mientras pueda ver dónde bajarme...
Me acomodé otro poco en el asiento, y comencé a imaginar. Con gracia y sutileza una ballerina se movía al ritmo de la voz de Adele. Con destreza, con habilidad... ¡Un salto y una vuelta en el aire! Pero... no se levanta.... Mentalmente me quise 'acercar' para ver su rostro, pues mi ballerina estaba llorando, parecía inundar todo. El cielo llora más fuerte por mi, porque sabe que yo me estoy tragando las ganas de llorar.... Suspiré una vez más. y sin proponérmelo las lágrimas comenzaron a caer de nuevo.
Creí que alguien me habló y alcé la mirada unos segundos. La chica que vi a los ojos no tardó mucho en mirarme inquieta, y decidir bajar por el otro lado de la micro... y eso me hizo pensar en aquella entrada en la que tanto pensé.
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