¿Qué es realmente lo normal y lo anormal? ¿Lo corriente y lo salido de la corriente? ¿Lo esperable o lo que nos sorprende?¿En dónde hemos puesto nuestros bordes para lo aceptable y lo juzgable?
Alrededor de estos conceptos, lo normal y anormal, giran un montón de conceptos que pueden cambiar el orden de ver las cosas de un individuo. Entre estas variables podríamos plantear las diferencias de contexto situacional, cultura, experiencias, los aprendizajes y lo establecido, sociedades, y un sin fin de cosas más... aunque ciertamente, hay cosas que inevitablemente serán encasilladas en un lado u otro, pues después de todo... lo anormal corresponde en términos generales a aquello que se escapa a lo corriente, a lo que nos toma por sorpresa, y ponemos sobre ello un juicio de valor...
En base a este planteamiento, se puede asegurar totalmente, que no es lo mismo hablar, por ejemplo, sobre lo 'normal' que sería ver a dos hombres de la mano, como pareja, en Chile, donde apenas comienzan procesos de aceptación con las diferentes orientaciones sexuales, a observarlo en Suecia, uno de los primeros países en legalizar el matrimonio gay. Perspectivas. Hay para todo.
Sin embargo, en términos más generales aún, si podríamos mencionar como una anormalidad, por ejemplo, que apareciesen pruebas y más pruebas sobre la presencia de seres de otros planetas en nuestro planeta, ¿Por qué? Porque escapa a la realidad que estamos acostumbrados a vivir, a palpar, esa realidad que conocemos y vivímos a diario. Pero por supuesto, quizás si fuera un caso cierto, los anormales seríamos nosotros para aquellos visitantes... siguen habiendo perspectivas.
El diccionario de la R.A.E. define lo normal como el dicho de una cosa que se halla en su estado natural, como lo que sirve de regla, o por lo que por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano. Mientras que lo anormal lo define como aquello que accidentalmente se halla fuera de su natural estado o de las condiciones que le son inherentes, y también simplemente como algo infrecuente.
En ambos casos hay límites establecidos con anterioridad, pero es ahí donde influyen todos aquellos factores o variables nombradas en las primeras lineas de este ensayo. Aunque ciertamente, retomando las palabras anteriores a riesgo de ser redundante, la forma más simple de describir estos conceptos o sus límites radica en lo que estamos acostumbrados a ver, que dominamos en conocimiento... es lo que sabemos que cabe entre las posibilidades esperar dentro de un contexto, ya sea de lo que nos hablen, el cómo, o lo que suceda alrededor de... cuando ocurre algo que escapa a lo esperable, que desconocemos, perdemos cierto control de la situación, y tendemos a denominarlo como anormal, pues nos sorprende y escapa de las reglas que ya conocemos como lo establecido y esperable dentro de la sociedad en la que estamos inmersos, y muchas veces vamos directamente a juzgarlo, precisamente por el miedo o inseguridad al perder el control sobre lo que sucede alrededor. "Si no es normal, no es bueno" ...Aunque a veces más que anormal, sea simplemente desconocido o incomprendido.
Poder
El poder, podría intentar 'definirlo' de la manera más simple o básica como el poseer control.
Hoy por hoy no hay quien no lo desee, y no es una búsqueda menor, pues corresponde a una necesidad que influye directamente a variados factores, como lo son, por ejemplo, el autoestima y el equilibrio (Visto en más de un solo sentido).
En nuestra sociedad son 'bien vistos' aquellos que poseen poder, altos cargos, o manejan importantes asuntos, pues se les adjudica una impresión de ser personas equilibradas, estables y respetables.
"No han de tener problemas si han llegado tan alto".
Se les da un alto valor social y, claramente, todos estos juicios de valor hacen que tener poder o control sobre algo (o "todo") sea algo perseguible, y que por consiguiente, una vez alcanzado sea algo que debe ser protegido a toda costa, pues quien ha perdido poder o control, ha perdido el equilibrio, por algo lo ha perdido, la persona es desestimada, y su autoestima se ve directamente afectada.
Ejemplo de éste tipo de poder podría ser, por ejemplo, el caso de un padre autoritario; él posee el poder de tomar ciertas decisiones en su hogar, sin embargo, cuando se desenvuelven problemas en el lugar, independiente de la índole de éstos, lo normal es que esta figura se muestre alterada y demandante, pues está perdiendo el control de lo que sucede y no desea que la situación pierda el equilibrio, ni parecer ante los ojos de los demás una persona que no es capas de mantener cierta estabilidad dentro de su familia.
Ahora bien, ciertamente éste no es el único "tipo de poder" que existe, pues por otro lado, podríamos tener en cuenta el poder como el tener la habilidad o las posibilidades de llevar a cabo cosas tan simples como poder salir a caminar, poder tomar una decisión, poder inventar algo o poder llevar a cabo una idea o anhelo.
También tenemos el "poder" de escoger entre lo bueno y lo malo, lo que podemos hacer o no, el poder de razonar, de marcar diferencia, etc...
Quizás para complementar la primera 'definición' el poder podría ser el tener el control o la habilidad de poder desarrollar algo... ya sea mantener un equilibrio o estabilidad frente a una situación, o uno de los tantos ejemplos desarrollados en los párrafos anteriores, como el razonar o poder llevar a cabo una decisión.
Locura
¿Qué puede ser la locura? Esa cosa tan nuestra que intentamos hacer tan ajena... no es negativa, pero simplemente intentamos volverla un tema tabú, aislarnos de ella, pues consigo no trae más que malas decisiones; apresuradas, ingenuas... la hemos tachado como algo tan ajeno a la razón, cuando ciertamente lleva poco o mucho de ella consigo misma, y Nietzsche lo mencionaba al hablar del amor... "En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón".
Entonces... ¿Cómo la definiríamos? Si no está alejada de la razón, pues aún puede pensar, razonar, aunque aparentemente sea en otra realidad... ¿Caería entonces dentro de lo anormal?, ¿Son locos, entonces, aquellos que sueñan supuestos imposibles? Volvemos nuevamente a los términos de perspectiva.
Nuestra sociedad se ha encargado de estigmatizar a mucha gente como locos, acabando por deformar el término original alejándolo de su principal concepción referente a lo que hoy probablemente trataríamos como trastornados, pues hoy por hoy, todos aquellos que escapan de lo impuesto por la sociedad son llamados locos; aquél que en lugar de estudiar algo que le de un gran sueldo decide dedicar su vida a la música, está loco; aquél hombre que en vez de dedicarse a "asuntos serios" o "de hombre" opta por dedicar parte de su tiempo a la danza, también está loco.... y así, podría continuar sucesivamente con una larga lista de casos que simplemente por escapar de lo corriente o lo establecido como normal, son tratados como tales.
¿No se pensó un loco de Julio Verne cuando soñó con naves y viajes al fondo del mar hace años? Y sin embargo, por muy imposibles que parecían sus novelas, casi de ciencia ficción, hoy podemos ver noticias a diario de cosas relacionadas a lo que él soñó; "Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios" (Carlo Dossi). El sueño de un loco, se volvió el adelanto tecnológico de científicos... sin embargo, los aplaudidos fueron éstos últimos.
En resumen, la locura dejó hace mucho tiempo de ser esa palabra que intentaba abarcar a todas esas pobres almas que padecían enfermedades que hoy podríamos llamar trastornos, aunque ciertamente, en un sentido más filosófico y/o espiritual, muchas veces se habló de enfermos del alma por aquellos que se habían alejado de la realidad, ignorando su alrededor. Sin embargo, el concepto pasó a ser simplemente un adjetivo -descalificativo- más en la sociedad, para aquellos que más allá de alejarse de la realidad, simplemente se han alejado de las normas impuestas de lo que se espera de cada uno de sus integrantes.
Felicidad
La felicidad podría ser tanto la ausencia de la tristeza, como una vida equilibrada, podría ser esa sensación cuando al fin hemos acabado algo, como cuando comenzamos algo lleno de ansias... no es que exista una definición exacta de lo que es, pues cada uno la siente de maneras diferentes, y se la provocan cosas diferentes... quizás, lo único que podríamos decir a ciencia cierta, es que es una sensación grata, que desearíamos sentir a diario.
Sobre esta sensación podríamos decir muchísimas cosas acerca de lo que es, lo que la provoca, cómo alcanzarla o cómo mantenerla, podría ser un producto de otro suceso, como el suceso mismo y la instancia... pero lo cierto es que un consenso alrededor de ella, no lo hay. Pero irónicamente, por más diferente que sea el concepto pasando de una persona a otra, la verdad de las cosas es que es un punto tan fundamental como el amor en la vida de las personas, en la vida y la existencia de la sociedad, pues hay factores en común entre todas las personas que nos llevan a sentir esta emoción.
¿No ha sido fundada la sociedad, y permanecida en el tiempo, debido a la alegría de dos personas de estar juntas?
Expresiones de esta emoción hay varias, por ejemplo la sonrisa de un pequeño que espera a su padre al llegar de su trabajo y le recibe con un abrazo, las lágrimas de una madre que lleva años sin ver a su hija, los gritos de euforia de un estudiante al ser aceptado en su facultad, o el orgullo en el semblante de un recién titulado que ha obtenido los frutos de años de esfuerzos.
Podemos sentirnos felices cuando creemos tener nuestra vida en equilibrio, sin carencias ni nada, como también puede sentirse feliz aquel hombre que nada tiene, y sin embargo ha recibido algo que comer o dar a su familia. Podemos ser felices al darnos un pequeño lujo tras mucho esfuerzo, como con una simple flor silvestre y un "te quiero"...
Pocas personas habrán que podrán definir que es lo que será eso que llamamos felicidad, realmente seguras de sus palabras, sin embargo todos la buscamos, todos la deseamos fervientemente, trabajamos por ella, pues desde la primera vez que la hemos sentido, la hemos deseado para siempre... tan resbaladiza en ocasiones, pero siempre deseada.
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