Al salir del colegio al día siguiente estaba algo indecisa... debo admitir que me daba algo de nervios ir a verle ahora con una razón más... aunque también me causaba un tanto de emoción y ansiedad. Aún puedo saludarlo de beso en la mejilla... ¿Cierto? Sinceramente hasta me causaba un leve dolor de estómago pensar en saludarle con un beso en los labios... ¿Después de lo de ayer debería?
Saliendo del colegio, pude ver a uno de mis compañeros que también estaba en la orquesta y le alcancé.
- ¿Y tú?
- ¿Y yo qué?
- Irás a ensayo general hoy, ¿No?
- Pues... no, de hecho iba a llevar de paseo mi viola a la plaza, pero me parece buena idea la tuya.
- Uhm... andas pesadito... Oye, pasando de eso, ¿Tú crees que le moleste al director si le quito a alguien un poquito, o si espero dentro de la sala?
- ¿Vas a ir a ver a tu pololis?
- ¿Q-qué?
- Ya... no te hagas la tonta, si varios chicos de violín los vieron afuera... ¿Te pidió pololeo?
- N-no exactamente... -Tartamudeé algo sonrojada.- ...solo fue una declaración...
- Entonces anda... no pierdes nada... además si me respondiste eso, es probable que es lo mismo que él haya respondido a los demás, si no te lo preguntó, quizás te lo pregunte ahora...
- ¿Tú crees?... p-pero, de todos modos no voy a que me lo pida, más bien es sólo verlo...
- Ahhh, pequeña pajarita... -Canturreó pasando su brazo por mis hombros- Vamos caminando, tienes tanto que aprender...
Hice apenas una mueca, que acabó en una carcajada. Agradecí inmensamente haberme topado con él. Un buen amigo y sin duda un buen tranquilizante para ver las cosas con ironía y humor.
Al ir entrando a la sala, fui caminando en silencio tras de él para no llamar la atención y me senté junto a la puerta, a esperar que él le dijera discretamente que le había venido a ver, más no esperaba que entrara gritando un sonoro "¡Al galán de la primera fila de violínes PRIMEROS lo vino a ver su casi polola!" Al llegar a su lado vi como ahora sí discretamente le señalaba que yo estaba en la puerta, sin embargo eso no quitó que yo abriera los ojos como plato al escuchar su voz, y al notar como todas las miradas caían sobre él, quien al mirarme a mi atrajo todas las miradas hacia donde yo estaba. Apenas atiné a cubrirme medio rostro con la pañoleta que traía al cuello, mientras sentía que la sangre ardiendo me iba a consumir el rostro, mientras que él le soltó un "Eres un desubicado" a mi compañero, dejó su violín sobre la silla, pidió permiso al director, quién me saludó con una sonrisa que no fui capaz de corresponder, para apenas reaccionar cuando pasó a mi lado tomándome del brazo y sacándome algo lejos de ahí, donde no nos pudieran ver por las ventanas.
Me quedó mirando un par de segundos algo serio, en lo que pude notar que sus mejillas también concentraban cierto rubor. Antes de que abriera la boca le detuve.
- ¡L-lo siento! Yo no le pedí que hiciera eso... sólo le pregunté si podía pasar y si podía decirte que venia a verte... -Acabé hablando casi en susurro, mientras miraba mis pies algo avergonzada.-
- Ah... bueno, no me extraña... ese compañerito tuyo es un poquito desubicado... -Yo solo subí apenas la mirada, no el rostro, aún algo apenada.- N-no me mires así... -Carraspeó.- De todas maneras mis alumnos ya nos habían visto ayer... y son super cahuineros.
- Hmm.. -Asentí levemente, pues ya lo sabía.-
- ¿Y tú? A todo esto, pensé que no ibas a venir... -Soltó algo más tranquilo.-
- ¿No me vas a saludar?
- Perdón... Hola... -Pronunció, aguantándose la risa en una suave sonrisa en lo que se me acercaba.-
- Hola... -Sonreí también al notar que el saludo sería lo que yo pensaba, correspondiendo ese breve beso que me daba.
- Creo que me voy a demorar un poco en acostumbrarme... -Rió bajo, separándose despacio.-
- Puede ser... pero al menos es de las cosas a las que te acostumbras con gusto...
- Sí, puede ser... -Rió un poco más, desordenándose un poco el pelo.- ¿Cuánto crees que demore en correr el chisme de lo que pasó recién?
- No sé... pero si hasta el director se enteró, los que no hayan venido seguro lamentarán haber faltado.
- ¡Jajaja!, como sea... ahora no sé con qué cara entrar... ¡Encima dijo que eras mi casi polola!
- Jajaja... sí...
- ¿Por qué el casi?
- Hmm... Porque no lo preguntaste, supongo... -Respondí evitando su mirada.- Me preguntó si lo habías preguntado... de todos modos él ya sabía lo que los demás habían visto...
- No pensé que fuera nece... ok, déjame. Todo de nuevo. -Carraspeó un poco-
- ¿Hmm?
- Estimada señorita. ¿Podría este humilde servidor, contar con que usted, bella dama, acepte ser mi novia? ¿Mejor?
- Kjj... -No pude aguantar la risa nerviosa que me invadió, al tiempo que mis mejillas comenzaban a arder una vez más.
- ¡No te rías! -Reclamó contagiándose un poco de mi risa.-
- ¡L-lo siento! -Me disculpe entre risitas, mientras me abrazaba a él, al tiempo que le sentía corresponder el gesto con fuerza.-
- ¿Y? -Preguntó, acariciándome discretamente en la espalda. En lo que yo me acomodé, apoyando mi rostro en su hombro y poder mirar el de él.-
- Sabes que sí... -Sonreí con suavidad.-
- Menos mal, o ia a ir a buscar el arco solamente para pegarte un palo en la cabeza, mala mujer...
- Jajaja, ¿Me amenazas y luego la mala soy yo?
- Bah... -Negó suave con una sonrisa en los labios.- Al menos ya nos quité el casi.
- Se agradece... -Susurré, acariciándole en la mejilla.-
- No puede ser... si me vuelvo meloso estando contigo... -Rio, mientras frotaba su mejilla contra mi mano.-
- Pero te gusta, de que te quejas.
- Sí, lo admito... es agradable, tiene su encanto.
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