Como de costumbre, llegué un poco antes de la hora para verlo... eso sin contar que él siempre llegaba tarde. Saqué mi celular de mi bolso para ver la hora, "Al menos solo serán 10 minutos... si llega a la hora".
Caminé tranquilamente hasta llegar a la sala y me asomé. Al parecer ni siquiera había alguien esperándole, así que entré y me senté en una mesa, de espaldas a la puerta y saqué un libro que había pedido ese día en la biblioteca, aunque por más que mirara la página en la que había quedado no me convencía, inconscientemente comencé a tararear una canción muy bajito que hacía poco había escuchado, hasta que un par de golpecitos en la puerta me asustaron, haciéndome voltear para ver quién era.
- ¡Já! Sabía que eras tú. -Era él, apoyado en el marco de la puerta, de brazos cruzados y con el violín a su espalda.
- Porque cantaba, ¿No?
- Eso y ¿Quién más balancea sus pies así?
- ¡Oye! -Reclamé con un leve sonrojo en las mejillas.- Hmp... llegaste tarde, por cierto.
- Tú llegaste demasiado temprano, que es diferente, yo nunca llego tarde. -Respondió con una sonrisa ladina mientras caminaba hacia mi, para besarme en la frente.
- Claro, claro... - Aproveché la cercanía para picarle con el dedo índice a la altura de las costillas.
- ¡Ya! -Pegó un grito casi al tiempo que retrocedía.- ¡Siempre atacándome! ¿Cierto? -Yo simplemente solté una carcajada, mientras guardaba el libro y me acercaba a él, en lo que dejaba su violín sobre otra mesa.
- ¿Yo?, ¡¿Cómo crees?! -Sonreí mientras volvía a picarle pero ahora más suave.- Tan quejumbroso que eres.
- Sí.. quejumbroso te voy a hacer... -Alegó mas calmado, mientras me tomaba la mano para evitar que le siguiera picando.- Imagino que hoy tampoco vendrás a hacer de alumna, pues no te veo con violín, ¿Andarás de secretaria?
- Tsk... te gustaría... -reí bajo.- Sólo vengo a oír... me agrada, es relajante.
- Secretaria entonces. -Reafirmó sonriendo.-
- ¡Oye!
- Jajaja, enojona...
- Hmp... igual te agrada que esté aquí.
- Sí, lo admito. Me tranquiliza.
Sonreí satisfecha por ese comentario, pensaba agregar algo más, sin embargo a tiempo llegaron un par de compañeras las cuales formaban parte de la misma orquesta pero tocaban otro instrumento.
- ¿Y ustedes?, ¿No deberían estar en clases? -Fue su saludo buscando molestarlas a modo de broma.
- Nos cancelaron la clase.
- Ni nos avisaron.
- Buu...
- Sí, así que vinimos a chusmear.
Tomaron asiento con nosotros y empezamos a conversar y los minutos pasaban... No estoy segura de qué es lo que estábamos hablando, sin embargo recuerdo que mi amiga lo retó a que no podía ponerla nerviosa, a lo que él simplemente acercó su rostro peligrosamente al de ella hasta que se puso totalmente roja, para luego reírse... la otra chica que estaba a mi lado también rió, sin embargo, aunque también reí, no pude evitar mirar hasta con miedo ese acercamiento, que no pude hacer más que sentir alivio cuando se alejó...
Mi amiga, tras eso, prefirió irse, pues la verdad es que teníamos un exámen al día siguiente, para el cual yo estaba estudiando también, pero ahí, pues la costumbre era irme hasta que acababan las clases. La otra chica acompañó a mi amiga, y supuse que podría hablar cierta cosa con él... me había puesto de pie hacía un rato y él se acercó a mi, tomando con cada mano un par de rizos que se habían formado en mi cabello, a lo que sonreí junto a una leve risa y pensé en hablarle, cuando justo llegaron un par de alumnos... y pues... él debía hacerles clases.
Se ubicó con el atril del otro lado de la mesa, mientras los ponía a tocar y comenzaba a darles instrucciones, mientras yo sacaba mi portátil y comenzaba a estudiar, dedicándome más que nada a escucharle por sobre ponerle atención a lo que leía.
Finalmente llegó la hora en que se debían ir, así que mientras ellos conversaban guardé mis cosas con paciencia, y como siempre, iba tras él en lo que iban saliendo.
- Oye... -Aprovechando que los dos chicos se habían ido un poco más adelante, le detuve tomándole de la mano.-
- ¿Dime? -Se volteó algo extrañado, y quizás más aún por la forma en que le miraba.-
- E-es que.. quería decirte algo.. -Tartamudeé en lo que soltaba su mano.- De hace un rato...
- ¿Qué cosa?
- Uhhmm.. cuando vinieron las chicas y... bueno... - Miré nerviosa hacia el suelo.- O-olvídalo omíteme. -Tartamudeé una vez más, haciendo una señal con la mano derecha restándole importancia.
- ¿Qué?, ¿Cuando me acerqué a tu amiga? -Sonrió levemente, soltando una suave risa.-
- Eh.. -Le miré con las mejillas algo encendidas, pues había dado casi casi en el clavo.- D-dije que lo olvides... -Agregué, con intención de pasar a su lado y caminar para que me siguiera, sin embargo se movió un poco deteniéndome.
- Espera... ¿Era eso?, ¿Te pusiste celosa? -Preguntó ahora algo más serio, cosa que no pudo hacer más que sonrojarme más de lo que ya estaba.- ¿También quieres que lo haga contigo? -Agregó, dando un paso hacia mí, a lo que yo en reflejo retrocedí, quedando pegada a la pared del pasillo.
- ¡N-no!, ¡No es eso! E-es solo que..
- ¿Qué? -Insistió en acercarse hasta apoyar su frente sobre la mía.-
- N-no nada... -Susurré con lo poco y nada que me salió de voz... sencillamente hasta respirar me estaba resultando difícil teniéndole así de cerca. Mi vista, nerviosa, alternaba entre sus ojos y sus labios, más no podía emular palabra alguna.-
- Hmm... -Seguramente lo notó, pues apenas sonrió y comenzó a acercarse otro poco más...
- P-para.. (Demasiado cerca)... -En una lucha terrible interna, logré mover mi rostro a tiempo, sintiendo el roce de sus labios contra mi mejilla.
- Heh.. -Depositó un beso en mi mejilla y se separó de mi con una sonrisa inocente dibujada en los labios y una leve risa.- Te ves linda así... E-en fin... -Desordenó su cabello algo nervioso, y señaló la salida.- ¿Nos vamos? Se hace tarde, y me van a colgar en la casa...
- ¿Eh? -Me desoriente un poco al sentir aquel beso en la mejilla, llevando por reflejo mi mano izquierda a ésta, mirando hacia la salida cuando la indicó.- Ah... sí... sí... vamos. -Volví a mirarle a los ojos, y mis mejillas volvieron a encenderse, por lo que desvié la mirada al suelo, y comencé a caminar a su lado.-
Él simplemente se sonrió por lo que alcancé a ver, y caminamos en silencio hasta la salida, donde a fuerza tuve que mirarle para despedirme, sin poder evitar el sonrojo aflorar una vez más, contra pronóstico del clima del momento.
- Cuidate, ¿Te veo la próxima semana? -Preguntó como siempre.-
- No lo sé... t-tengo algunos exámenes...
- Bueno, ojalá puedas... y... por cierto... a tu amiga de verdad la estaba bromeando... contigo era en serio, pero si no estás lista aún, puedo esperar... -Carraspeó levemente desviando la mirada.- Bueno, ya me voy, chao.
- ...Chao... -Me quedé algo sorprendida, sin reaccionar un par de segundos, en lo que él seguía caminando. Le vi voltearse a mirar con una sonrisa en el rostro, mientras reiteraba la despedida con la mano. La correspondí, me volteé y caminé en la otra dirección.- Gracias... supongo...
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