Ciclos, ciclos... se abren, se cierran, se repiten... en alguno volverás a estar y nos encontraremos.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Noches como ésta aparecen a veces...


Cae mi cabeza, pesada sobre la almohada, y al cerrar los ojos las lágrimas no cesan, y caen libres por mis mejillas... intento dormir, aún sabiendo que ese aroma -que detesto, por cierto-, de agua tristeza y pizcas de sal solo inundará mis sueños... llenándolos... ahogándome en un mar de miedo, desesperación... que me hará despertar en un par de minutos.
Me siento sobre la cama, quitando el cabello de enfrente de mis ojos... y noto que las lágrimas siguen ahí... me quito las sábanas y voy a la sala, para no despertar a nadie...y llorar.
Observo las huellas que dejaron en mí, momentos como este... y la idea parece tentadora... "¿Una más...?", me volteo en dirección a la cocina... pero las lágrimas y el recuerdo no me dejan ver, y me rindo... abrazo mis piernas y vuelvo a llorar.

Noches como ésta..  ya había tenido antes.

Tras lograr la calma, me siento mirando al techo... cierro los ojos, oigo tu voz, sonrío, imagino.
Se ha vuelto una costumbre, soñar despierta, una "realidad" alterna, creada por mi, nada puede ir mal... pero no puedo vivir ahí. Tras un rato despierto, y vuelvo a mi habitación tambaleándome por el sueño y la debilidad. Porque sí, soy una persona débil, nunca fui fuerte como algunos creyeron.
Me recuesto en la cama, y me cubro con las sábanas. La luz estaba apagada, así que simplemente observo la oscuridad... en algún momento cerré mis ojos, no lo noté, la oscuridad es la misma... y por ahí volví a soñarme en aquél mar, pero esta vez sobre un bote.

Navegando en ese bote, mirando a ese mar, de aroma a tristeza, me duermo como en un segundo mundo, y el vaivén de las penas se encargan de mecer el bote, para dormir más a gusto.-


Mayo, 22 del 2011

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