-Dale, dale, inventemos a alguien.
-¿Y para qué querés inventar a alguien?
-Y bueh, por hacer algo.
-Dale, ok.
Dos pequeños niños en juego, decidieron nada más que por pasar el rato 'inventar a alguien', "Necesita un cuerpo", dijo el pequeño, emocionado por el proyecto, y dando una barrida en el cuarto con sus infantiles ojos encontró un cuadro de flores pintado por su mamá... algo dudoso se volteó a su hermano; "Hey, ¿Esto sirve?". Su hermano, sin mayor interés, asintió -si los regañaban diría que fue solo idea del pequeño-.
El chiquitín fue corriendo por el pequeño cuadro y lo puso en la mesa, pensativo, se le quedó viendo un rato. De pronto, salió corriendo de la habitación y, antes de que el mayor decidiera seguirle, regresó con 4 trozos de lana, cinta adhesiva, y 4 bollos de pan.
El mayor simplemente le miró con curiosidad, mientras que el pequeño, cual cirujano, experto en su trabajo, unía delicadamente los trozos de lana al cuadro con cinta adhesiva, y repetía el proceso al otro extremo con los bollos de pan. "¡Listo!", gritó victorioso, "Ahora nada más le hace falta una linda cara, y habremos terminado a alguien", agregó orgulloso. Recordó entonces, que en su recámara había quedado un globo sin inflar, de un cumpleaños de hacía un par de días atrás y, alegre fue a buscarlo, su hermano mayor lo infló y le dibujó una cara, y con el mismo cuidado de antes, el pequeño pegó el globo al cuadro. "¡Haz tu magia hermano!" Ordenó al mayor, sosteniendo básicamente al cuadro, mientras que lo que aparentaban ser piernas y brazos, y en un menor grado la cabeza, colgaban de éste, inértes.
El mayor murmuró un par de palabras, y finalmente el alguien había sido creado.
Alguien fue creado simplemente de un juego de niños... pero era débil.
El Alguien, que recién había sido creado, debilmente estiró sus bracitos para abrazar a sus creadores; no sabía hablar, pero la pintura en su cuerpo reflejaba su alma, y al igual que el cariño y dedicación que había puesto la madre al pintarlo, sus sentimientos eran hermosos, y asímismo lo mas fuerte de él a diferencia de su endeble cuerpo.
Los primeros días junto a sus creadores fueron los mejorers; ambos hermanos se empeñaron en enseñarle a hablar y a cantar, y jugar juegos simples... pero debido a lo débil del alguien, no podía hacer muchas cosas... y poco a poco los niños se fueron olvidando de él, hasta que un día quedó tirado cerca de la habitación de la madre.
El pequeño alguien se encontraba dormido, por lo que no sintió cómo la madre le tomó con cuidado y lo dejó en el ático... para cuando despertó un par de roedores habían acabado con su pie derecho, y parte de su pie izquierdo; y sin poder moverse, solo pudo sentarse a llorar, anhelando que sus creadores fueran por él y lo arreglaran.
Espero días.. semanas..., hasta que en un par de meses, sus manos y sus pies ya no existían, y la pintura, cual alma que ha sido dañada, y se protege en capas de frialdad, se fue cubriendo de polvo, perdiendo la fé en que sus creadores volvieran por él.
Aquellos que le crearon jugando, le habían olvidado.
Así fue como sólo los vio un par de ocasiones, para ir a dejar cosas en un rincón del abandono; les vio crecer, y abandonar recuerdos en el lugar... igual que a él.
De pronto sobre el, habían cuadros de las licenciaturas de sus creadores, fotos, juguetes; recuerdos, que habían sido amontonados junto a su existencia, que ya no era más que un recuerdo borroso más de la juventud de un par de niños.
Como era de esperarse, el tejido del cuadro se dañó, y el tiempo se encargó de que esa pintura terminara rasgada, el globo se desinfló, y el alguien... finalmente murió.
Marzo, 16 del 2011
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