Ciclos, ciclos... se abren, se cierran, se repiten... en alguno volverás a estar y nos encontraremos.

viernes, 5 de julio de 2013

Julio

Hacía frío... por supuesto, no era novedad ni había que preguntarlo. Se respiraba. Se sentía. Congelaba hasta el aliento, y dolía al respirarlo. Pero aún así ella estaba ahí.

El bus recién se había ido, y sus manos timidamente se asomaron por debajo de la manga del chaleco, para tirar de la maleta y refugiarse en la terminal. No le había querido avisar que llegaría más temprano, se suponía que era una sorpresa, sin embargo una parte de ella la regañaba ahora "¿No podías darle una sorpresa en verano, verdad?". Bufó bajito y sonrió para sí misma... No, realmente no podía... le gustaba escuchar la voz de grata sorpresa de él por el teléfono, de todas maneras él estaba a 15 minutos del lugar... No era tan grave.

Al entrar a la terminal se quedó de pie un momento, viendo a la gente pasar... en realidad estaba muy lleno, y eso la asustaba un poco. Claro, siendo de una ciudad notablemente más pequeña, no estaba acostumbrada a su capital. Respiró hondo y giró un par de veces la argolla en su dedo anular, antes de seguir caminando a un lugar un poco más cercano a la estación del metro, y sacar el móvil justo a tiempo para contestar una llamada entrante de él. Su prometido.

- ¿Sí?
- Hola, amor, ¿Ya vas camino al terminal?
- De hecho acabo de llegar.
- Oh... ¿Y a qué hora llega el bus?
- No, acabo de llegar aquí... estoy en el metro, pero olvidé dónde tomar ésta cosa.
- ¡¿Y tú por qué no avisas?!, ¡Te vas a congelar! Ya voy, espérame.
- ¿A ti? Siempre.
- Estás loca, no te muevas... Te amo.
- Te amo.

Con una sonrisa, y una melódica risita, guardó el móvil en su bolsillo, y se sentó en la maleta a esperarlo.

Aunque no era la primera vez que estaba ahí no dejaba de parecerle curioso como la gente se movía a un ritmo casi similar en todas direcciones casi sin chocar con nadie, a pesar de que casi todos iban inmersos en sus mundos, libros, teléfonos, y pequeños aparatos. "Casi no parecen personas a ratos...", pensó brevemente, mientras su mirada impaciente buscaba solo un rostro entre toda esa gente.

Metió mano a su bolsillo a tiempo que su móvil comenzó a vibrar, aclarándose la garganta para contestar.

- ¿Amor?
- ¿Dónde estás?
- Estoy entre las escalas mecánicas... ¿Bajo?
- Eh... Sí, sólo espera un poco, estoy llegando.
- Está bien, te esperaré junto a la escalera.
- Ok... -Susurró a su oído, abrazándola por la cintura, depositando un beso en su mejilla.

Por supuesto, no lo pensó demasiado, en dos segundos se volteó para besarlo con ganas, colgándose de su cuello... por fin estaban juntos de nuevo.

Era curioso, como a pesar de siempre haber odiado el olor a gasolina y los viajes, los buses en general, las terminales de buses se habían vuelto su lugar favorito, pues albergaban las ganas de ir, de llegar pronto... cada encuentro y cada brillo en sus ojos al verlo otra vez.

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