Ciclos, ciclos... se abren, se cierran, se repiten... en alguno volverás a estar y nos encontraremos.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Varias cosas.

Fine. La cagué. xd No debería haber preocupado a mi hermano... pero tampoco me sentía a gusto cargando sola con eso en mi casa... al menos que alguien me cubra cuando logre ir a las sesiones... debo empezar a cuidar otra vez un poco más de mi misma ^^

By the way... Destiny, what are you doing? Mucha gente nueva tratando de entrar a mi vida de manera extraña jajajajaj, me da risa... no es a lo que estoy acostumbrada... Supongo que los años algo bueno me hicieron, me salgo completamente del tema, pero es que es gracioso que hace 5 años sólo quería pasar desapercibida por la calle, y es raro acostumbrarte a que te digan cosas o que te miren de cierta manera... es como ver un grupo de hombres y decirte en la mente "Oh, ahí viene, no los mires" ...jajaja. En cierto modo me hace algo entretenido salir de casa o del departamento para variar, me es gracioso... -quizás porque yo no me diría nada de lo que me dicen ni de la manera descarada en que algunos lo hacen.-...

Según yo, este verano será otro monótono, en que paso los días en pijama, en la comodidad del refrigerador de mi casa, en mi rinconcito de la pieza, viendo series hasta la muerte... pero parece que mis compañeros ya están planteando varios panoramas a los que aparentemente "No tengo permitido faltar"... es raro para mi en cierto modo. Estaba acostumbrada a buscar a las personas, y que si no lo hacía no pasaba nada, sólo me costaría luego volver a formar lazos como antes de dejarlos... pues en ese sentido soy muy mala amiga... soy muy despistada... pueden pasar muchos días hasta que diga.. "Oh, qué será de tal persona... hace harto que no hablamos"... y de la nada me encuentro con gente que me busca, que me llama, y que también me hace tener una razón para llamar por algo que no sea tan monótono como "¿Qué sala era?"...

Una amiga me dijo que éstas personas se daban cuenta que aunque no fuera alguien que estuviera todo el tiempo encima, sabían que si me necesitaban yo vería como estar ahí... y que eso realmente era más valioso que alguien de pantalla a tu lado... ¿Será cierto? Es agradable... últimamente me he desligado en muchos sentidos de muchas personas, porque en cierto modo me está generando temor formar lazos de verdad... con eso de que se rompen tan facilmente... pero esto de que te quieran ver, que te molesten aunque estés en pijama, que te llamen para contarte un chiste, que te acompañen si te sientes mal, que te ayuden si vas con muchas cosas, que te confíen sus secretos, que puedas compartir un mundo de opiniones... es tan... No lo sé, son cosas a las que no estaba acostumbrada... y es lindo.

El destino me está dando muchos remezones como para que espavile sola, y lo sé, me hace sentir algo mal agradecida el que más allá de decir que me resulta agradable realmente no haga nada para que sea mejor aún... más que mal todo parece tan vivo durante el día, y sin embargo en la noche soy yo la única que está sola... pero supongo que en algún punto tendré que llegar al límite de las noches llorando... ahí sabré si me caeré de verdad como creo, o subiré algún escalón... de momento no lo veo a ciencia cierta... más que mal, no todo es siempre lo que parece tampoco.

...Al final nada en esta entrada tiene cohesión.. ni siquiera dentro de los mismos párrafos... ¿Y qué importa? hace tiempo que no escribía lo que se me diera la gana y ocurriera instantáneamente... jajaja... quién diría que hace 15 minutos estaba llorando, y ahora me río sola... ¿Será peligroso? Nah... las sonrisas siempre son buenas.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Hmp.

Si hay un límite, una especie de 'borde' de cada situación probablemente esté ahí, pero... ¿Qué pasa cuando no sabes que hacer una vez pasado? Me da la sensación de que me voy a caer...

...y me da miedo.

Sencillamente esto me está superando más de lo que esperaba, más de lo que supuse... y, muy probablemente, más de lo que debería. ¿Realmente es tan difícil cerrar asuntos?

Hay un chico que me llama la atención, hay otro que se pasó de listo en MAL plan conmigo, y de paso aparentemente hay una chica a la que yo llamo la atención en mi carrera... ¿Pero? Lo único que puedo ver es que no tienen lo que esa otra persona sí. Lo que me gusta de esa persona. Y si lo tienen, simplemente no me gusta en ellos -bueno, de la chica no sé nada, es algo más reciente-.

Como pensaría cualquier sistemático, mi miedo tiene fundamento en la reacción, y la reacción probablemente tenga que ver con como expongo mi miedo, y así... pero esto ya es demasiado, demasiado... y la soledad nada ayuda, hace que odie cada vez más esta ciudad que sin duda es interesante, pero sola... no, no lo es. Pero tengo que estar sola para poder ir a la u, otra cosa que me hace odiarla, y de paso desencantarme más y más de la carrera... me está costando dormir, me paso horas pensando... llorando, imaginando, suponiendo, tomando decisiones y deshaciéndolas.

Cada vez sé menos lo que estoy haciendo conmigo. O que hago yo misma sin querer a mi misma... que es lo mismo... bah.

Me está cansando... cada vez tengo menos ganas de levantarme, si no fuera por el remordimiento de los millones invertidos en mi educación... quién sabe por dónde andaría, o siquiera si saldría de entremedio de las sábanas. Qué basura. No debería ser así. ¿Cómo se puede autodestruir tanto una persona?

Estoy pensando seriamente en tomar en cuenta la recomendación de mi profesor, de ver un psiquiatra... ésto no puede seguir así, no es sano, tampoco es bueno, tampoco es agradable... es ajeno a mi, y se siente como cuando estaba en tercero medio, que es lo que más me asusta.


domingo, 25 de noviembre de 2012

Esperar

Sabía que no la vería. Estaba seguro. Su maleta ya estaba en el maletero, y un montón de chicas y chicos le daban palabras de ánimos, hoy era el día en que se iría, y muchos de ellos estaban molestos pues se habían enterado por la mañana. Se suponía que tan pronto como la maleta estuviera dentro esperaría en su asiento el sonido del motor, sin siquiera mirar por la ventana más que para despedir con la vista su casa.
- Ya es hora de irnos.
- Sí, ya voy.

Se volteó una ultima vez para despedirse de sus amistades, pero tan pronto dejó descansar la vista en aquella mirada sus ojos se abrieron como plato, y su boca semiabierta. Ella no se suponía que estuviera ahí, con esa mirada decepcionada, con lágrimas en los ojos.
- A-antonella.

Ni una palabra salió de sus labios, dio un par de pasos y le plantó una bofetada en la cara. Él se quedó quieto. Se molestó, sí, pero también la había estado esperando desde hacía mucho. Esperó en silencio y sin moverse.
- ¿Para esto me pediste volver?, ¿Para ni siquiera despedirte al día siguiente?
- Pensé que no querías verme...
- ¡Dije que necesitaba pensarlo!
- La fecha no dependía de mi...
- Pero no podías mencionarlo siquiera, ¿No? -Las lágrimas acomodadas una al lado de la otra en sus ojos, sujetándose para no caer finalmente cedieron junto a su voz.
- Oye... espera... Quizás es mejor.
- La última vez que lo dijiste no fue para mejor...
- Vas a estar mejor ahora.
- ¿Y tú? Estás tan convencido de eso que ayer querías volver.
- Anto, tranquilízate... -Se acercó a abrazarla con cuidado.- Si estabas tan molesta, ¿por qué has venido a despedirte?
- No. -Le empujó débilmente.- No vine a despedirme... vine a reclamarte. ¡No me puedes romper el corazón de nuevo!, ¡No así!, ¡Deberías ser tú en mi puerta despidiéndote, y no yo aquí llorando como una estúpida otra vez!
- Shh... -Volvió a acercarse, estrechándola con fuerza entre sus brazos.
- Eres tan... -Se mordió el labio, cediendo al abrazo, ocultando su rostro contra su cuello.
- Cobarde. Sí, lo sé...
- Te voy a extrañar tanto...
- Yo ya te estoy extrañando.
- Damián... ¿No puedo hacer nada para que te quedes?
- No... pero sí para hacerme volver. Sé mi razón.
- No sabes cuanto me pesa el orgullo decir que no e irme... ¿No has sentido nunca que deseas con todo tu corazón sentir que perteneces a alguien tanto como ese alguien te pertenece?
- ¿Es eso un sí?
- Es un ¡Sí! Maldita sea, ¡sí!, te necesito. Te necesito como no tienes idea, ¡Porque no creo que se pueda amar más de lo qu--...!

No necesitó más. La emoción no le dejó ni pizca de sutileza ni delicadeza, se aferró con necesidad de su cintura y su nuca para tomar posesión de sus labios sin darle ni tiempo a tomar aliento. Porque así de intensos eran sus sentimientos, porque así de intensamente la necesitaba, porque así de intenso le hacía sentir y había deseado que se lo demostrara mucho antes. ¡Qué suaves eran sus labios!, ¡Qué sutil su manera de tomarle!, ¡Qué salado le costaba la amargura de sus miedos en cada lágrima colada entre sus labios!, ¡Pero qué dulces eran de todos modos! De igual manera ella se aferró a él, tirándole de la chaqueta, intentando acercarle más, con fuerza que no tenía, para ejercer una presión que no podía, porque el amor que le tenía no era brusco, no era a presión, no era de fuerza bruta, era de derramar sus sentimientos en cada movimiento contra la suavidad de su boca, la paciencia en cada espera antes de volver a separar sus labios, la comprensión de dejarle moverse a su ritmo un par de veces antes de envolverle nuevamente en su infinito querer. Tanto, tanto, tanto... ¿Realmente era posible amar así? Porque era eso... ya había superado las barreras del querer, que miran lastimosas y apenadas tras las barreras de los miedos, del orgullo, de la rabia... lo que sentía por él era amor. Y por primera vez realmente podía demostrárselo en aquél beso que no se atrevía a separar por nada en el mundo.
- Anto... -Suspiró contra su boca, apretándola más.- Me tengo que ir.
- ¿Eres mío? -Preguntó casi en súplica, cerrando los ojos con fuerza.
- Depende de si eres mía. -Susurró contra su mejilla, dejando un par de besos.
- No necesitabas preguntarlo ni siquiera hace un año atrás... lo soy. Absolutamente.
- ¿Me vas a esperar?
- Siempre que vuelvas.
- ¡Eres tan tierna!
- Tienes que irte...
- Lo sé...
- Te amo.
- Te quiero mucho...
- Cuidate.
- Igual tú.

Un último beso de despedida, breve, delicado, cariñoso, una sonrisa triste, secar un par de lágrimas en el otro, un último abrazo apretado y las manos soltándose de mala gana por la distancia creciente en ambos. Él sube al vehículo. Ella le espera en la acera. Sus amistades se habían ido, y los padres no habían querido molestar. El vehículo se mueve, y ella le ve irse. Ahora sólo tiene que esperar.

sábado, 24 de noviembre de 2012

¿Romántica perdida?

Sí, definitivamente debo ser eso. Una romántica perdida en esos ideales de amor de antaño en una sociedad donde básicamente cualquier cosa que puedas abrazar, besar, y tener sobre -o bajo- de ti sirve...

Me acordé que hace unos meses atrás hablaba por videollamada con un conocido, el cual estaba con sus amistades y una de las chicas que estaba con él comentó a viva voz que yo tenía cara de una niña pequeña, que no rompe un huevo, apelando a que era casi una virgen. Yo me reí, y dije que no lo era, de pensamiento claro, digo... para qué vamos a mentir, a mi edad la mayoría ha de haber tenido ese tipo de pensamientos en algún momento. Pero lo entendieron mal, cuando les corregí que sí era virgen, que hablaba del pensamiento la chica me dijo que viviera bien mis años en la universidad... que eso de esperar al correcto no existía, eran mentiras de cuentos infantiles.

Por supuesto, no lo dijo con esas palabras, pero ese era el punto-motivo de su risa.

¿Realmente no existe? Creo que al final de todo el miedo a quedarnos solos le está ganando realmente a aquellas cosas por las que vale la pena esperar... ¿Porque parece patético?

Ok, seamos sinceros entonces. Sí. A principio de año si me apenaba decir que no había besado nunca a nadie, y que de manera concreta en realidad nunca había estado con nadie (Sólo relaciones a distancia), y es obvio que me intimidara contar ese tipo de cosas cuando de las personas que me rodeaban creo que una sola era virgen... Pero que me apenara o intimidara no me avergonzaba realmente...

¿Qué tiene de malo querer que las primeras veces sean con alguien especial? ¿O querer que aquellas cosas especiales sólo sean con alguien especial?

A muchos que les puedas preguntar siquiera por su primer beso lo pueden describir como algo intenso, inesperado, como algo, muchas veces, que prefieren no recordar, que se los robaron, que fue en una fiesta... Si hago memoria, de mis cercanos... no puedo recordar ni una sola persona que partiera diciendo fue especial.

Mi conciencia está tranquila, nunca cedí a la presión, mi primer beso no fue a cualquiera, fue especial, con alguien especial.

Pero lo que me tenía pensando en escribir todo esto, era mucho más allá de un beso... -y no digo simple beso, porque para mi no lo son... no los das a cualquiera-. Conversando con otro amigo, me hablaba del cómo se había arreglado con su novia teniendo sexo, cuando él quería cortar con ella.

Vale, pensemos frío unos segundos. El sexo es una necesidad fisiológica. Correcto. A nuestra edad ya hemos despertado este instinto de supervivencia y placer

Pero hablábamos de una relación. ¿Cómo es que aquello puede sobreponerse a ese sentimiento de que ya no te sientes cómodo al lado de esa persona?

Leí hace tiempo a unas chicas hablar sobre el cómo cada vez las relaciones duraban menos, y es que es cierto, volviendo a ser fríos, una relación no se trata todo el tiempo de miel sobre hojuelas, se trata de buscar un compañero con quien sobrepasar obstáculos, un apoyo, un refugio, tranquilidad, paciencia, cariño, comprensión... Con los ojitos en forma de corazón no se sostiene una relación solamente... son cosas que cuidas, que a veces no vas a estar seguro, pero que tan pronto como mires a esa persona sabes que va a estar ahí cuando la necesites, y que tu también quieres estar ahí... no importa como sea, todo es válido... que a veces es necesario esperar, que a veces será necesario regañar, que no te vas a salvar de derramar lágrimas, pero a pesar de todo sabrás que te va a sonreír al final del día o la próxima vez que le veas... Aunque sería fantástico, no sobreviven relaciones a base de te quieros y promesas, sino de lazos, de confianza... y ya sabrán el resto -espero-.

Es con todo eso que no me puede caber en la cabeza como puedes estar al lado de alguien sólo por no querer estar solo... sólo porque tienes algo seguro si quieres sexo, si quieres besos, si quieres una mentira bonita que escuchar para convencerte... Como puedes besar a otra persona, y no una, sino varias veces, sabiendo que no hay nada especial ahí... sabiendo que no te transmite nada... como puedes entregarte tan vulnerable en la cama o dónde sea a otra persona que no siente nada por ti...

¿De verdad estoy tan equivocada al cuestionarme todo eso?

lunes, 19 de noviembre de 2012

El pianista.


Le observaba con nostalgia y desespero, sus dedos largos acariciaban lenta, pero exhaustivamente cada rincón de ella . Era una sencilla imagen, un tanto dañada por los años, que retrataba el momento exacto en el que su vida se había atado al instrumento para siempre. Juró en ese momento -para sí mismo, pues nadie había cerca para que le escuchase- ser el mejor pianista de la época.

Los tiempos estaban difíciles, las calles grises y sin vida denotaban lo demacrada que la ciudad estaba y sentía cómo el frío le calaba directamente a los huesos más expuestos.

El instrumento estaba abandonado en un lugar poco transitado, con daños en demasía, y aún así, se acercó para probar de aquella magnífica obra de hombre olvidada en aquel rincón.






Maldecía con cada fibra de su ser tener que estar escondido, y ciertamente se preguntaba como podría llevar a cabo aquél juramento sin ser descubierto en el proceso.

Fugazmente pensó que quizás era demasiado arriesgado, que lo mejor sería huír. Los hombres uniformados pasaban a paso firme por las calles cada cierto tiempo, lo sabía, todos lo sabían, los tacos de los botines resonaban haciendo eco por las calles. ¿Qué pobre excusa podía tener un joven judío de transitar por aquellos lugares? De nada valía apelar a que la casa le pertenecía a sus abuelos, pues bien sabía la suerte que habían corrido defendiendo el hogar el año anterior. Si no había respeto para aquellas personas de edad, no podía esperar más con sus 26 años.

Suspiró. Su boca se torció en una mueca al volver a mirar al piano con intenciones de despedirse, y más por el irse por el deplorable estado en que se encontraba su compañero... sin embargo al voltearse chocó de frente con la mirada de su madre.

Volvió a acercarse a aquél cuadro como si no lo hubiera estado admirando lo suficiente con anterioridad, acabando por remover lo que quedaba de polvo sobre éste con la yema de sus dedos.

El temor lo había empujado hacían años del sueño que su madre había apoyado, esforzándose en conseguir su compañero de vida, de melodías, de penas, de desamores adolescentes.
- Madre...

Su garganta se apretó haciéndole tragar en seco. No podía irse. No podía romper otro juramento a su amigo. El único verdadero. El único cómplice de secretos en partituras.

Arrastrando los pies se sentó frente al instrumento y levantó la tapa de las teclas, haciendo un grave esfuerzo por no llorar... varias de las teclas estaban muy maltratadas. Respiró hondo. Aún sabiéndolo, presumiéndolo por el tiempo, presionó un par de teclas... "Mi... Re#... Mi..." ...el sonido estruendoso lo sacudió, estaba desafinado.

"¿Qué fue eso?" Un acento inconfundible sonó a sus espaldas, tras una pared y luego una ventana, seguido de un par de pasos. "¿Te ha sonado a un piano?", "Creo que en esa casa había uno... ¿Has visto a alguien entrar?" Preguntó la primera voz, moviendo la perilla de la puerta, haciéndole estremecer, ¿Ese sería su fin? ¿Ni siquiera un compás de "Para elisa"?. "No. No ha entrado nadie, he estado aquí todo el día, ha de haber sido un gato.", "Vale." 

Los pasos se alejaron de la puerta, y con ello volvió la respiración del joven.
- Te extraño tanto... -Suspiró a la madera dañada.- 

Se quedó pensativo unos minutos, quizás fuera una hora, quizás toda la tarde o sólo unos segundos... la noción del tiempo la había perdido desde hacía mucho. Si ya no le quedaba nadie por quién vivir... ¿Realmente era tan malo arriesgar sus últimos minutos de vida junto a su compañero? Estaba deteriorado, era cierto, pero si habrían de morir debía ser juntos... No rompía el juramento del todo... podía ser el mejor pianista de aquellos tiempos, de los tiempos de él y su instrumento.

El sonido no era el mismo, pero en su mente, en su corazón, en el movimiento de sus dedos el sentía la melodía que correspondía... sólo necesitaba sentir el peso de las teclas, los pedales bajo sus pies, cerrar los ojos, volar... Era la última canción que había inventado para su madre, antes de morir... sólo la había tarareado y escrito en sus partituras mentales, y ahora la imaginaba en aquellas teclas... cuyo horrible sonido verdadero, desafinado, melancólico y con ganas de sonar en tonalidades menores no tardaron en volver a llamar la atención de los hombres de botines por las calles.

La puerta se abrió de golpe. Su espalda se tensó, pero siguió tocando. "¡Detenga ese ruido infernal e identifíquese!" Cerró sus ojos con más fuerza y continuó el movimiento... había ido de un pianissimo a un allegro, no podía detenerse ahora, era la parte favorita de mamá. "¡He dicho que se detenga!" Un silencio de apenas dos tiempos engañó a los soldados, para continuar volviendo a las tonalidades menores en piano... "Mira, tiene la estrella de David en el brazo. Es judío." Dijo el hombre. Sus manos se volvieron a tensar, le estaba costando articularlas, pero era el final, era el gran final, no podían detenerle. "¡DETENTE O MUERE!" Gritó cabreado el primero... pero ya no quedaba nada, solo quedaban 5 compases... 4.. 3... 2... 

Aquella bala alojada en su espalda era la nota final, tal como había sido para su madre la primera vez que se la tarareó.

Pensaste mal...

Todo el mundo estaba en los pasillos, en las salas, en cualquier lugar donde fuera había alguien "¡Invasión, maldita sea!". Si lograba encontrar un lugar solitario podría respirar, pues probablemente nadie se acercaría, hacía días llevaba cara de pocos amigos pues había tenido que lidiar con millones de trabajos, exámenes y por supuesto los constantes pensamientos sobre él girando en su cabeza... realmente era tedioso concentrarse teniendo en consideración aquel último factor, ¿Pero qué más podía hacer? No podía escapar un sólo día sin verle.

Y eso que se evitaban... o eso pensaba ella.

En efecto, desde aquel día ya no conversaban más que lo necesario, cosa que a ratos parecía una gran ayuda a su quiebre, pero cuando se veían y se ignoraban... por dios que se volvía un manojo de puñales en el pecho y luego los ojos clavando la mirada en la espalda del otro a tiempos diferentes... nunca se descubrieron mirándose, extrañándose con los ojos... ese susurro de brillo en el iris "¿Por qué no te has volteado también?, ¿Realmente no piensas hablarme?"

La cosa era que éste día finalmente había acabado con todos los deberes del año... no es que realmente estuviera molesta con la vida, pero estaba cansada y quería dejar de pensar un rato, aunque fuera horriblemente imposible... pero siquiera sacarle cinco minutos de la mente, ¡Sólo cinco minutos! Pero no... Era de esos días en que todo conspira. Miró el reloj dentro de su taquilla y suspiró, aún quedaba un receso y una clase para poder irse. "Bien. Excelente." Relojeó los ojos y dejó caer el rostro sobre un par de libros dentro de la taquilla.
- Muéranse todos... toditos... -Comenzó a balbucear sin moverse de la taquilla.- Necesito mi cama... maldita escuela... maldita gente... MÉNDIGO D..--
-  ¿Estás atravesando por alguna crisis o haces brujería? En cualquier caso puedo volver luego... -Murmuró a su lado.
- ¡DAMIÁN! -Gritó más que nada por el susto, y porque había estado apunto de maldecirle estando a su lado. Se incorporó de golpe y le miró con los ojos bien abiertos, antes de normalizar la respiración y entrecerrar la mirada.- Me asustaste... ¿Qué pasa?
- ¿Debe pasar algo?, ¿No puedo venir simplemente a ver a mi mejor amiga?
- ... -Alzó una ceja y le quedó mirando con los brazos entrecruzados.
- Vale, la maestra necesita que le ayudes con unos bocetos para la tarde y sólo estaba yo...
- Qué suerte la mía.
- ¿Estás molesta?
- No sé, dímelo tú... ¿Debería?
- Estás molesta.
- Eso es nuevo. -Murmuró, cerrando la taquilla y empezando a andar.
- ¿Por qué lo haces tan difícil? Es sólo una conversación.
- Una innecesaria. Creí que jugábamos a ver quien podía ignorar más al otro... tú lo empezaste cuando yo no quería, ahora te aguantas.
- ¡Antonella! -Apresuró el paso y la tomó por el brazo.- No pongas palabras en mi boca que no he dicho.
- No todas las palabras se hablan.
- Por eso estamos como estamos.
- ¿Estamos en algún lugar?, ¿Tú y yo?, ¿En serio?
- No lo sé...
- Cuando estés seguro háblame.

Le sostuvo la mirada apenas un par de segundos, el timbre recién había sonado y el chico simplemente la miraba, como realmente cuestionándose aquello... ¿Dónde estaban? Había quedado ausente. Ella se soltó con un movimiento brusco y siguió caminando. Él no se había dado cuenta, pero en realidad era la primera vez que la quedaba viendo irse... siempre se iba antes, nunca volteó, nunca supo lo que era esperar que ella lo hiciera por él, pues parecía que siempre estaría ahí, esperando a que se decidiera.
- No es como crees.
- ¿Perdón? -Ni siquiera se molestó, simplemente se detuvo en seco.
- ¿Podrías siquiera mirarme?
- ¿Por qué habría de hacerlo?
- Por favor.
- Bien. ¿Qué? -Se volteó a mirarle con los brazos cruzados.- Si no es como creo, cómo es entonces.
- Mira... -Suspiró, pasándose una mano por el cabello.- Yo no quería... no así... -Susurró, acercándose a paso lento.- Tuve miedo, ¿Sí? Los comentarios venían y yo no supe como manejarlo, me estaba distrayendo... pero no quería, y mucho menos lastimarte. -Depositó con suavidad las manos sobre los hombros de ella.
- Eso no es nuevo...
- Anto, yo te quiero... de verdad.
- Mira tú...
- ¡¿Por qué no me crees?! -Sus ojos le buscaron con desesperación, sólo para darse cuenta de que aquella mirada apagada estaba perdida observando sus labios, con una expresión triste en el trazo de sus labios.
- Porque no te quiero creer. -Sonrió con tristeza.- De cualquier manera decidiste que era mejor por ambos... y... -Suspiró y se encogió de hombros.- Simplemente te alejaste.
- Porque se suponía que ya no tendría más sentimientos por ti, que todo iba a volver a ser como era antes, pero si me mantenía en ese pensamiento contigo cerca y tus constantes suspiros de tristeza, tu mirada ida y toda esa aura que arrastras, ¿Cómo iba a estar en calma conmigo mismo?
- ¿Es mi culpa ahora?
- No... yo fui el malo que provocó eso... -Suspiró y dejó descansar la frente sobre la de ella.
- Damián, no te tortures. No te estoy pidiendo nada.
- Eso es lo que me tortura... se suponía que me darías un motivo para quedarme, pero simplemente lo aceptaste y te hundiste con la tristeza en eso.
- ¿Se suponía que te rogara? Te quiero mucho, eso es cierto, pero si te quedas es porque quieres... no eres un niño al que debo convencer. No seas tonto, hay límites.
- El problema es que sin hacerlo me das una razón... que realmente no quiero... yo me alejé, es tonto que sea yo mismo quien vuelva.
- Orgulloso.
- Quizás... pero que no me des razones me hace necesitar que al menos digas una, aunque sea un por favor.
- No lo vas a escuchar de mi.
- Anto, de ver--

La cercanía era tan cómoda, y a la vez incómoda... casi como aquél día en que habían terminado, negándose aquél último beso... sus labios delgados pronunciando cada palabra, apretándose, tiritando levemente de los nervios... no lo resistió, sintió que se lo debía, desde hacía mucho se lo debía... apenas hacía falta un suave movimiento pasando a rozar su nariz, alzar el mentón, y sus labios estaban unidos tan cómodamente como si realmente fueran echos los espacios entre ambos para el otro... ella calma, con suavidad, con ternura y apenas una leve presión motivada por la tristeza y algo de rabia que contenían los sentimientos que le provocaba... él apresurado, con necesidad, tembloroso, nervioso... sus labios se abrían y cerraban mientras los de ella le sostenían casi regañándole por sus prisas. Un corto suspiro, volvió a bajar el mentón y sus frentes acabaron apoyadas como antes nuevamente.
- Vuelve conmigo... -Susurró... queriendo pensar que aquello era la señal, la razón que esperaba. Cerró los ojos con fuerza, intentando disimular una sonrisa temblorosa, dudosa, que intentaba dominar su rostro pues la respuesta le parecía inevitable.
- Lo siento... necesito pensar. -Sus ojos esperaron atentos a que los otros se abrieran de golpe con la sorpresa derramándose por la pupila de aquellos ojos marrones.
- Pensé...
- Pensaste mal... -Susurró, cerrando los ojos con dolor en su expresión.- No pienses por mi cuando te falta tanto por conocerme. -Su mirada se concentró unos segundos en el suelo, antes de retroceder un par de pasos y finalmente voltearse e irse corriendo a clases. Ya iba demasiado tarde.

domingo, 18 de noviembre de 2012

ÉL NO.

No me gustó, no me gusta y no me va a gustar. Lo siento mucho.

Ni siquiera me atrae... es decir, vale, toca la guitarra de lujo, lo admito y eso llama mucho la atención, en especial a mi... pero fuera de eso no es mi tipo en ningún sentido... él es de ese tipo de chicos por los que específicamente dejé de fijarme en tipos de mi edad ._.

Inmaduréz total. Gente que no sabe diferenciar un momento para bromear y otro para estar serios... y en especial gente que no sabe respetar los límites que puedes pasar en el trato con una persona. I mean... si no te dan motivos para creer que te miran igual, al menos yo no muevo un dedo... en especial si conozco el carácter de la otra persona... teniendo en cuenta que el mío no es nada dulce cuando estoy molesta.

Bromas conversando son una cosa... de ahí a que te toquen... no.

Plus: Me vale que los hombres suelan pensar en sexo y sean más abiertos a hablar de ello que las mujeres, se comprende psicológicamente hablando, pero ¿Realmente tiene que andarlo gritando a los 4 vientos? Una broma bien, dos quizás, tres... es demasiado, todos los días ¡YA PARA! Tampoco me interesa saber que en cada fiesta se ha agarrado con alguien y ha salido buscando la ropa interior. Ni siquiera me interesa qué desayunó como para saber eso... too much info, really.

Después de ese día simplemente no puedo ni siquiera verlo como el amigo agradable que a veces es pasado para la punta y le paras los carros porque es tu amigo y lo dejas así... me incomoda, me incomoda en demasía. Y encima que él sepa el por qué y siga me irrita más.

Hay gente que no sabes como mirar a la cara... él es de ese tipo.

sábado, 17 de noviembre de 2012

STOP

Necesitaba hacer un altito :')
Mi hermano recordó una promesa de hace varios años de contarme la primera vez que le gustara alguien :'))))))))))

Soy tan feliz <3 y espero que esa niña realmente valga la pena, porque si llega a herir los sentimientos de mi pequeño soldadito la destriparé viva x3

Crece tan rápido... ya cumplió 15... en 3 años más será legal y yo tendré 21 años... demonios... el tiempo parece que se va cada vez más rápido.

Es mi diario.

Sí, siento recalcar lo obvio, pero a fin de cuentas esto realmente se volvió mi diario... pues a decir verdad cuando apenas creé éste blog sólo escribía cuando realmente sentía que tenía algo grande, muy grande que contar, y a veces ni siquiera sentía que fuera así... dejé cosas más bien poéticas, si es que le podemos llamar así, sin embargo ahora se ha vuelto algo bastante cotidiano, donde básicamente escribo cada vez que siento la necesidad... cosa que pasa bastante seguido... Y en cierto modo se me está volviendo algo bastante agradable también... creo que podré leer esto en un par de años y decir qué tanto he avanzado o retrocedido en mi pensamiento -según mi propio punto de vista-, psicológicamente hablando.

El único problema es que es público... y que sé que no puedo escribir demasiado de algunas personas que sé que lo leen... Pero ni modos, es que ya no fluyo tanto en papel como antes si no es con la guitarra al lado.

martes, 13 de noviembre de 2012

~

Todo parece tan obvio... que realmente no tengo ganas de leer... y eso me deprime un poco...

Ayer hablé con mi papá la posibilidad de congelar la carrera... quizás deba hacerlo, y quizás le haría bien a los bolsillos de mis papás, sabiendo ya cuáles son los gastos... En caso de que a mi hermano le sucediera cualquier eventualidad debido a su enfermedad, basta con que el hospital no pueda cubrir alguna cosa cara y o no comemos o se atrasa mi mensualidad o el dividendo o la colegiatura de mi hermano... estamos viviendo justos, JUSTOS.... y aún así mamá busca complacernos a mi hermano y a mi...

Con todo eso, me siento muy mal con mi poco interés en la carrera ahora mismo... no me agrada esto de sentir que todo lo estoy haciendo mecánicamente, porque lo infiero y acierto, pero no estoy estudiando realmente... y sé que mamá lo tomaría fatal... por eso y porque no quiero dejar esto a medias decidí estudiar algo relacionado a la música apenas termine con psicología... pero mientras tanto lo anhelo tanto... quiero cantar, de verdad quiero cantar...

Mamá quiere vender la casa... Sí lo hace... me morderá tanto la conciencia...

Sáquenme.

QuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsica♪QuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsica♪QuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsica♪QuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsica♪QuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsicaQuieroMúsica♪

domingo, 11 de noviembre de 2012

¡Éxito!

"El éxito en la vida de un hombre está en prepararse 
para aprovechar la ocasión cuando se le presente."

Benjamín Disraelí.




    Son las 3 y media de la madrugada, y no puedo dormir... es gracioso, generalmente tengo la cabeza puesta en un millón de cosas al fin y al cabo egoístas, sin embargo lo único en que puedo pensar ahora es si Jose ha dormido bien... como éste terroncito se desarma sin sus 10 horas de sueño.... jajajaja...

    Es muy posible que ahora esté nervioso, aunque no dudo que Pedro le tome por los hombros y le de un buen zamarrón si es necesario... pues lo más probable es que mientras se ahogue en un mar de preguntas existenciales minutos antes de que sea su turno, cuando deba tocar lo hará de maravillas... y realmente espero que quienes estén a cargo puedan notar lo que creo que muchos notamos en él cuando toca, mucho más allá de las obvias habilidades que tiene en el instrumento... que aunque a veces frunza el ceño mientras toca puedes ver que a ratos sonríe o cierra los ojos, que se mueve con la música... nadie sabrá mejor que él cuánto adora ese instrumento, pero al menos puedes notarlo aunque sea en una sola parte... ha hecho unos avances notables en su interpretación y es porque lo anhela y lo consigue.

    Sé cuán importante es esto para él... así que realmente espero que todo salga a pedir de boca, estaré esperando sus saltos de colegiala luego...jajajajajaja.

    sábado, 10 de noviembre de 2012

    Qué estoy haciendo...

    Tengo miedo, rabia, pena... estoy frustrada, bloqueada, nublada, decepcionada...

    Me siento avergonzada de mi misma... que la memoria no me pueda fallar es lo que más me tiene histérica últimamente... basta un corto recuerdo para que se me erice la piel y lo recuerde a la perfección... ¿Qué estoy haciendo conmigo? Esa no soy yo.

    Me da rabia, me decepciono de mi misma, de no poder reaccionar... y darme cuenta también que puse tantas barreras delante de mi para que no llegaran a mi, que tampoco puedo llegar a nadie... "No te mientas. Al hacer eso no dejas que otros te dañen... pero te dañas tú misma, que a veces se siente peor." Ella me miró y sonrió mirando al suelo "Alguien debe salir lastimado de todos modos... y es poco ético dañar a los demás."

    ¿Realmente nunca voy a poder responder bien cuando me pregunten cómo me siento? Sólo una persona tiene esa jodida confianza mía, que es algo que obviamente si confía en mi voy a corresponder de la misma manera... sí sólo esa persona tiene mi confianza, ¿por qué habría yo de quebrantar la que me dé? Y darte cuenta por otra persona que esa única persona... no te la dio nunca... Quizás estoy siendo algo cerrada, de nuevo, por ese sólo motivo otra vez... intento darle comprensión, pero sigo sintiéndome decepcionada... "Me da lo mismo, de verdad... no es que me haga la tonta, pero no puedo pretender que me voy a poner una venda en los ojos y no me enteraré de nada de lo que haga cuando yo no vea... es estúpido... una lo sabe. No puedo molestarme por lo que haya echo antes si no tiene nada que ver conmigo, no me hizo daño con lo que hizo... y la verdad es que me duele más que creyera que iba a dejarme mal sabiendo eso, que iba a perder su imagen ante mi por eso... porque es como si al final nunca hubiera tenido confianza en lo que sentía... y siento por él.." "Nunca te quiso hacer daño" "Eso lo sé... lo estúpido es que me hizo daño queriendo evitármelo por algo que podría haber comprendido a la perfección si hubiera tenido la confianza de decírmelo... y por lo demás eso tampoco quita que ha sido un idiota el último tiempo"

    Le echo en falta... demasiado... pero sigo viendo que no parece cómodo conmigo cerca, que sigo teniendo éstas ganas de correr lejos, muy lejos... aún con la sensación de que al voltearme le vea un par de pasos más atrás... qué gracia. Por que sé que no lo hará.

    Y debo también dejar de verle donde no está... fue estúpido, muy estúpido... si no hubiera tenido ese par de ojos de plástico a mi lado, seguramente lo estaría lamentando mucho más, muchísimo más... de lo que ya lo lamento.

    ¿Los hombres son idiotas o qué?
    Que.
    Ah.

    _________

    De manera aparte. Ésto es mi único escape, sólo al escribir aquí me siento mejor, y me da lo mismo si nadie lo lee a que lo lean 10 personas, porque queda aquí... no busco llamar la jodida atención de nadie, porque cuando lo hago paso el link, o lo hablo o lo intento... todos tenemos pensamientos con respecto a alguien, y esto es una muestra de eso... pero nadie es realmente tan importante como para que cada 4 palabras de 5 que escriba tengan su nombre en letras de oro. Bajarse los humos, por favor. Cuando quiera que lo lea, cuando me interesa que lo sepa, cuando le quiera dedicar algo lo sabrá, se lo diré... no hagan conjeturas. Geez.

    domingo, 4 de noviembre de 2012

    Whispers... maybe.

    Es increíble las cosas que pueden cambiar con tan sólo una canción... y digo que las cosas cambian pues primero te hacen pensar, pueden cambiar tus decisiones, ver las cosas de otra perspectiva y finalmente actúas... una canción y ocurren cambios.

    A veces es bueno alejarse... aunque para todo hay maneras, "Sino se vuelve hostigante".

    Ahora que lo pienso, y que pienso bastante a decir verdad... nunca creí que realmente llegara siquiera a pensar en responder un "¿Estás seguro?", o a mi misma... "¿Estás segura?", o que debería haberlo dicho ante algo que tanto quería, que tanto esperaba... ¿Egoísmo?, ¿Por eso no me lo cuestioné antes? Los errores se pagan con precios altos, y apenas ahora puedo verlo, aunque por supuesto ya ni una lágrima quiere salir... "No lo vale a estas alturas, es estúpido, olvídalo"... Asusta un poco...

    ¿Me arrepiento? No... Digo, uno no debería arrepentirse de las cosas que te han hecho feliz, que te hicieron sentir tan alto, más allá de las nubes... Esas cosas que te hicieron sonreír, y que las imágenes se repetían en tu cabeza una y otra vez porque te decías "¡Demonios!, ¿De verdad está ocurriendo?, ¿No lo estoy soñando?, ¿Se puede realmente sentir así de feliz?"

    Dejé todos esos recuerdos encerrados en una canción reproduciéndose como una breve película cuando la escucho a ojos cerrados, me hace sonreír y sentir tranquila; dejé mis pensamientos en otra canción un poco más amplia y sin letra, donde los pensamientos la inundaran por completo, todo lo que reprimo, y me estremece, pero es algo como un recordatorio que no está demás escuchar de vez en cuando; mis intenciones quedaron escondidas y es mejor así; pero por alguna razón la manera en que acabaron llevándose a cabo las cosas... no quería tener una canción a mis decepciones, de verdad que no, pero la escuchaba ahora y me quedé dudando...

    Supongo que el error no estuvo en lo que pasó, probablemente tenía los días contados desde que se decidió seguir con ello a pesar de las dudas y miedos... quizás el error fue creer que continuar como si nada de inmediato no afectaría... Los pensamientos me matan, siempre lo han hecho, con todo, desde siempre... pero de veras que lo intenté, pero ahora no puedo evitar pensar que simplemente incomodo, incomodar mis amistades se siente peor que otras cosas. No obligo a nadie a estar cerca de mi, razón misma por la que mis amistades son aquellas que me buscan a mi, porque saben que les voy a sonreír de vuelta sin ninguna obligación... de modo que quizás sea mejor que yo misma tome la distancia; me hace sentir mal que la gente crea que tiene obligaciones de ser agradable conmigo, si incomodo me gusta saberlo, independiente a que duela, porque duele menos que darte cuenta sola. Así como también no es nada agradable que cada vez que intento ser sincera... bah, eso es otra cosa.

    No quiero que los recuerdos agradables que tengo se vuelvan historias con un "solía" amargo, si hay que respirar un rato haciendo un medio tiempo, es mejor hacerlo, hay cosas que realmente valoro demasiado como para dejar que se mueran por abrazarlas a mi con fuerza y no perderlas...

    De todos modos no pretendo que lo entiendan, actúo con respecto a lo que interpreto, pues no leo mentes o algo por el estilo... y tampoco espero ser malinterpretada, no es desagradable compartir tiempo, pero realmente a veces hay que saber hacerse un lado, tomar un poco de aire, eso no significa que no vuelva.

    ...Tampoco quiero volverme una pesadilla que te arrepientes de haber tenido. Y lamento de verdad no haber pensado en todo esto antes... No se me da muy bien aceptar este tipo de cosas.

    viernes, 2 de noviembre de 2012

    Make you feel my love... (Adaptación)





    Cuando la lluvia empiece a caer,
    sobre ti y todo esté al revés,
    te ofrezco mis brazos y calor,
    y así sientas mi amor.

    Cuando las sombras te alcancen y,
    no haya nadie más para ti.
    Te abrazaría por millones de años,
    y así sientas mi amor.

    Sé que no te has decidido aún,
    pero jamás te haría algún mal...
    Desde que apenas te conocí,
    sé cual ha sido tu lugar...

    Hambre, tristezas y mucho más,
    hasta arrastrarme por la avenida,
    por ti pasaría todo esto...
    y así sientas mi amor.


    La tormenta, furiosa, cae al mar,
    y en los caminos del "Quizás",
    Los vientos de cambio soplan fuerte,
    y aún no has visto alguien como yo...

    Te haría feliz,
    y tus sueños verdad...
    Pues no hay nada que no haría,
    por ti llegar al final de la tierra,
    y así sientas mi amor.

    Y así sientas mi... amor...