Ciclos, ciclos... se abren, se cierran, se repiten... en alguno volverás a estar y nos encontraremos.

miércoles, 31 de octubre de 2012

El señor de lentes del bus.

- Parece que ahora quedan asientos disponibles...
- Así parece.
- Disculpe, ¿Me da permiso?
- Sí, cómo no. Pase, señorita.
- Gracias. -Se sienta.-
- Disculpe, tengo éste asiento.
- Discúlpeme usted.
- No, no se preocupe. -El bus empieza a andar.- Hola, señorita.
- Hola.. -Sonríe.- Creo que tuve suerte y me iré sentada... -Mira hacia adelante.
- Así parece.
- Disculpe, tengo éste asiento.
- Ah, claro, pase.
- No, quédate ahí... ¿Vienes de Concepción, cierto?
- Sí, pero, no se preocupe.
- No, no, quédate ahí. Siéntese aquí, caballero. Llevas una hora de pie, deben dolerte los pies con esas botas.
- Vale, gracias.
- Gracias.

Un hombre que realmente no aparentaba más de unos 40, y más que nada por el cabello canoso, pues no tenía ni siquiera arrugas en su rostro, con unos lentes de marco verde, de bigote y barba se había sentado a mi lado, y había terminado cediéndome su asiento por amabilidad. Era de apariencia llamativa, aunque la verdad es que al cederme el asiento lo único que pensaba en ese momento era que podría dormir un poco, más que mal llevaba más de 12 horas despierta... quizás 15.

- Pensé que no iba a poder llegar...
- ¿Sí?, ¿Por qué?
- Es que el terminal en Concepción era un caos total... de hecho si no hubiera sido por la movida del auxiliar, probablemente seguiría haciendo hora, hasta las 8...
- Uhh... menos mal que pudiste entonces. ¿Sino qué habrías tenido que hacer?
- Volverme a mi departamento...
- ¿Y vives con alguien?
- No... vivo sola... Y lo hermoso de todo es que no hay pasajes para mañana tampoco... es de locos.
- Habrías tenido que pasar hasta el domingo sola...
- Hasta el martes, los lunes no tengo clases... ¿Y usted?, ¿Es de Los Ángeles?
- Sí, viajo a Cabrero a trabajar, más o menos día por medio...
- ¿Y en qué trabaja?
- Mira... estudié primera..- antes de que nacieras, por supuesto.- Pedagogía en biología y química... pero me di cuenta de que ser profesor es muy difícil, no es una tarea para cualquiera, de modo que duré dos años, y luego me cambié a Tecnología médica, así que eso es lo que ejerzo... trabajo independiente.
- Ahh, que buena, ¿Pero y se puede de independiente en eso? Disculpe mi ignorancia.
- No, tranquila, es que es poco común de todos modos, pero sí, se puede, hay un edificio del que formo parte de la administración y trabajamos tomando exámenes, y otro que maneja un amigo... pero los horarios los ponemos nosotros, de manera que somos dueños de nuestro tiempo...

Sí, yo no le iba a hablar, pero él había sido amable conmigo, y lo que iba a ser una conversación corta, típica, de amabilidad, acabó siendo algo muy interesante, y que al menos yo, desde que me mudé a Thno, he tenido la suerte de tener varias charlas de este tipo así, de manera casual.
Realmente tenía ganas de preguntarle su edad, pues aunque me había dicho el año en que se había graduado mi mente estaba en otra cosa, lejos de las matemáticas -por más obvias que fueran.- pues me llamó la atención la manera que tenía de expresarse, y si era tan mayor como alcanzaba a percibir en su lenguaje, realmente debía ser alguien... "de letras", y eso, lo volvió automáticamente interesante para mi, ahuyentándome hasta el sueño -cosa rara hoy por hoy si no es una película.-

El caso es que quería preguntárselo, pues al tratarse de una profesión del área de la salud, realmente me llamó la atención la ausencia de arrugas en su cara, realmente se veía un hombre muy relajado, me sorprendió la manera en la que hablaba de su trabajo, pues para alguien que se autoimpone su propio horario, trabajaba bastante, y sin embargo todo el tiempo con una sincera sonrisa en sus labios (Cosa que ahora que estamos aprendiendo a leer el lenguaje corporal en clases, me es inevitable pasar por alto ahora).

Al final del viaje me reveló que tenía 53 años... 53 años bastante bien escondidos, tras una vida realmente agradable por lo visto. ¡Qué entereza! Primera vez que oigo a una persona de su edad hablando con argumentos sobre la juventud de ahora, no esas quejas basadas en el "Cuando yo era chico..." sino teniendo en cuenta las variables, los intereses, ambientes, etc...

Al contarle que yo era estudiante de psicología agudizó más su interés en la conversación, y de eso pasamos a hablar de sus hijos, a lo que sin querer nos pusimos a hacer un análisis algo superficial con respecto a como influye realmente la selección de amistades en los jóvenes, y en las personas mayores...

Por alguna razón le sorprendió el que yo dijera que no quería tener televisión en mi departamento ¿Tan raro es? Es que para tiempo libre, y sin internet con el cuál seguir viendo más cosas de la uni, realmente prefiero la guitarra o un buen libro, y por ahí continuó la conversación... ¡Ha leído a Brian Weiss! Por dios que adoré a este hombre cuando me lo dijo...

- Bueno, quizás has podido llegar gracias a los dioses... porque no creo que haya sólo uno.
- Pienso exactamente lo mismo... ¿Cree usted en la reencarnación?
- Pero por supuesto... de hecho, la famosa biblia antes de ser tan pervertida la mencionaba, pero luego tra--
- Tras Constantino se sacó, para asustar al pueblo.
- Precisamente.
- ¿Lee de psicología?
- Sí.
- ¿Brian Weiss?
- ¡¿Cómo pasarlo por alto?!, ¿Leíste el último? "Muchas vidas, una sola alma."
- ¡No! He leído los anteriores, pero vaya que encuentro que tiene razón éste hombre... lástima que la terapia regresiva esté tan desestimada.
- Ya verás, las terapias se ajustan a las necesidades... y ya luego la gente va necesitando en qué creer.

Luego de eso se fue del bus, y yo me fui a esperar a mis padres. Por supuesto, antes de eso habíamos hablado de otros autores, como Isabel Allende... y qué vergüenza... he olvidado los 3 autores aparte que me nombró... pero bueno, recuerdo uno de los títulos que me nombró "Un alemán en San Pedro de Atacama", debo buscarlo luego... En fin. Seguro que si el señor tuviera mi edad yo me termino de enamorar. Rescataba de cada autor nombrado las mismas cosas que yo... "Son 30 años ya, siempre leyendo... y vaya que ayuda".

Un admirador de Napoleón, mientras que yo de Hitler, aunque ninguno enamorado de la ideología de los personajes, sino del poder, de como surgieron... grandiosas conclusiones...

¡Es tan agradable encontrar gente así!
¿Por qué no toda la gente puede ser así?
Que disfruten lo que hacen, hacer las cosas con sentido,
¡LEER!
Vaya que se abre la mente de aquellos que realmente se informan.

Dudo que exista la casualidad,
pero realmente espero encontrarme a este caballero otra vez,
simplemente es una persona muy interesante,
y muy sincera por lo demás...
(Vaya que ayuda el saber leer a las personas en su lenguaje paraverbal).

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