No soy la perfección,
ni la fuerza,
ni la determinación,
pero juro que valgo la pena.
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma,
y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad;
y uno empieza a aprender…
que los besos no son contratos y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar…
uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma,
y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad;
y uno empieza a aprender…
que los besos no son contratos y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar…
— Jorge Luis Borges
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